Nuevamente el Congreso es protagonista de la noticia y de los principales titulares periodísticos, pero no necesariamente por su producción legislativa a favor de los temas que están pendientes en la agenda país.
En esta semana, se ha mostrado un Parlamento haciendo sus disparates con tremenda ignorancia, inexperiencia y con profundo sentimiento hepático, pretendiendo quebrar todo un ordenamiento jurídico constitucional mediante el retiro de las prerrogativas presidenciales, ministeriales, a la Defensoría del Pueblo y como si fuera poco, en la máxima de las audacias, pretenden quitar las prerrogativas de discrecionalidad otorgada a los jueces del Tribunal Constitucional.
Con la excusa de la “lucha contra la corrupción” la mayoría congresal, actuando irresponsablemente, engaña al país cuando en realidad el fondo de las cosas no es más que un interés político revanchista ante la propuesta del referéndum planteado por el presidente de la República.
Una vez más, el Congreso es la vergüenza de las instituciones políticas, aplicándose el dicho “la cura fue peor que la enfermedad”. Finalmente, como lo he sostenido en anteriores columnas, exhorto una vez más a la ciudadanía activa a que se pronuncie contra este Congreso, que de manera negligente, ha generado toda una pandemia, pero de carácter político. Hasta la próxima semana.
Por Iván Torres La Torre – Abogado